Vamos a proceder a sustituir un apoyapulgar que se clava en el dedo y es poco ergonómico.
Haremos un anillo de latón, lo soldaremos en una lámina también de latón y recortaremos alrededor. Después de limar, lijar, quitar el borax de la soldadura, pasarlo por la pulidora...
lo rellenaremos de resina con colorante negro y lo pegaremos al tubo del saxo. Se puede hacer también al revés. Si soldamos primero la estructura de latón, el rellenado de resina debe ser posterior manteniendo el saxo totalmente paralelo al suelo.
Ahora procedemos a la confección de la llave de octava que se adapte al nuevo apoyapulgar. Más cómoda y estética.
De nuevo diseñar, cortar, lijar, limar, pulir, medir, soldar, quitar bórax...
y este es el resultado final
